GRUPO III: cantes variados aflamencados, de origen folklórico andaluz. sevillanas, viladita campanilleros, villancicos, bamberas, pregones, trillera, temporera, marianas, pajarona, nana, boleros, zambra.


CANTES AFLAMENCADOS

Se denominan así a los cantes recogidos desde el rico y variado folklore andaluz, aflamencandolo y dando lugar a innumerables estilos que sin ser absolutamente flamencos, si entran dentro de la influencia del flamenco: sevillanas, viladita, campanilleros, villancicos, bamberas, pregones, trillera, temporera, marianas, pajarona, nana, boleros, zambra. De origen híbrido o incierto. farrucas, garrotín. De origen hispanoamericano. guajiras, milongas, colombianas, habaneras, rumbas.

SEVILLANAS

Las sevillanas son un género bailable original de Sevilla que se cantan y bailan según la estructura de las seguidillas, y aunque no están consideradas como palo flamenco propiamente dicho funcionan como género aglutinador de elementos rectores de la estética musical flamenca, y por ello figuran como prototipo de la canción folklórica aflamencada.
En el poema del Conde de Noroña titulado "La Quincaida", de 1779, aparecen las sevillanas como un estilo independiente de seguidillas, estilo que aparece muy documentado en todos los bailes celebrados en Sevilla en el siglo XIX influido de forma notable por la escuela bolera de esta época.
Existen numerosos tipos de sevillanas diferenciándose la mayoría por la melodía sobre la que se cantan y el modo de acompañarlas, mientras mantienen toda la estructura de cuatro letras de seguidillas separadas entre sí por la posición del baile bolero llamada "bien parao".
La estructura formal de las sevillanas es común a todas las variantes: introducción - salida - vuelta - salida - vuelta - salida - cierre - , y entre las variantes más cultivadas destacan:
de feria: canta la gracia de la feria, de la ciudad, de sus monumentos, toreros y personajes famosos.
rocieras: son un poco más lentas y se interpretan en la Romería del Rocío. Actualmente son las más conocidas.
corraleras: se cantaban en los corrales de vecinos, hoy en día están a punto de perderse, son de un aire sencillo, primitivo, y de mucho sabor popular.
marineras: se suele cantar en las zonas costeras de Huelva y Cádiz, sus letras hacen referencias a temas relacionados con el mar.
romeras: interpretadas en las diversas y populares romerías andaluzas.
bíblicas: inspiradas en La Biblia y hechos históricos, esta muy difundidas en Huelva y son conocidas también como seguidillas alosneras.
boleras (tradición de la escuela bolera),
Hacia 1980 las sevillanas cobran nueva popularidad, resurgiendo la práctica del baile y adaptando la música a las nuevas corrientes.
En lo musical observamos el proceso de aflamencamiento que sufrieron las seguidillas manchegas hasta definirse como seguidillas sevillanas en su contacto con géneros flamencos como la soleá, los fandangos, etc. La melodía suele ser métrica, prescindiendo en general del canto melismático, y las cuatro seguidillas (de música idéntica) se componen de introducción de 3 o más compases que sirve de preparación al baile; salida (primer verso, 3 compases), vuelta (retornelo instrumental de 3 compases) y letra que consta de tres grupos de compases, los dos primeros de 12 + vuelta y el último de 10 compases, concluyendo así la primera sevillana. Se suelen anunciar a viva voz "segunda", "tercera" y "cuarta", para avisar al baile la coreografía correspondiente. La sevillanas se suelen acompañar con guitarra y palmas, y castañuelas, supliendo al pandero y las sonajas que parece ser fueron en su momento el instrumentarium de las primitivas seguidillas sevillanas.
Es baile de pareja y consta de los numerosos pasos pertenecientes en su mayoría a la escuela bolera y la antigua escuela española de palillos, entre los que destacan el paseo, la pasada, el zapateado, el careo, las vueltas, o el braceo. La letra de seguidilla sevillana consta de cuatro versos (heptasílabos primero y tercero y pentasílabos segundo y cuarto) al que se le añade un estribillo de tres versos, resultando una letra de siete versos como corresponde a la forma estrófica de la seguidilla.
Es música ternaria, sus coplas se escriben lógicamente como estrofas de seguidillas, y adopta toda clase de tonalidades. Es un género de enorme implantación y conocido por todos.

VIDALITA

La vidalita es un cante que procede del folklore argentino, especialmente de sus campos, sus coplas están formadas por cuatro versos octosílabos y su cante es lento y triste, haciendo referencia a temas amorosos, desengaños, traiciones, etc. 

CAMPANILLEROS

Los campanilleros son cantes que provienen de aquellas canciones de carácter religioso que solían entonar el Rosario de la Aurora por los hermanos cofrades.

VILLANCICOS

El villancico flamenco procede del villancico popular, se trata de un canto religioso de índole navideña, por lo general alegre, que recoge pasajes del nacimiento de Cristo y que se interpretan desde muy antiguo: Existen otros villancicos que provienen de meter a compás de la bulerías o el tanguillo, letras navideñas.

BAMBERAS

La bambera es el ejemplo más claro del aflamencamiento de las canciones populares. Procede de las costumbre de acompañar con el cante el balanceo de una bamba o columpio que se solía instalar entre dos árboles con una soga gruesa y una tabla, que servía de asiento, en la fiestas camperas o romerías.
 


MARIANAS

Las marianas pertenecen al cante folclórico andaluz que se aflamencó. Apareció y desapareció como un meteoro en el cielo flamenco. Evocan la existencia errante de los cíngaros de Hungría, que recorrían los pueblos con sus cabras, osos y monos. Es un cante que nació y murió sin pena ni gloria.


PREGONES

Estos nacen hacia finales del siglo XIX y principios del XX, olvidándose de ellos aproximadamente en la década de los años sesenta.
No ha sido, pues, larga su vida, pero sí de una gran influencia cantaora.
El Pregón deambuló por toda Andalucía; tanto es así que el filósofo madrileño José Ortega y Gasset nos dijo de ellos que “son el típico palpitar del pueblo, cuyo ideal es la misma Andalucía y su alegría, la suerte de haber nacido en ella”.
El pregón cantado fue arte de vendedores andaluces ambulantes. Tal importancia llegó a adquirir que muchos de estos pregones han sido objeto de revistas musicales. Históricamente está demostrado que en Cádiz, Sevilla, Granada y Málaga florecieron al máximo los Pregones. Y Todos los estudiosos del flamenco admiten que, por ejemplo, los Caracoles, el Mirabrás o las Alegrías de Córdoba no son más que coplas de distinto tipo de estrofas ensartadas en forma de pregones. 


CANTES DE TRILLA, TEMPORERA, PAJARONA.

La trillera es una canción popular andaluza, de origen folklórico campesino, circunstancialmente influida por algunos rasgos flamencos externos.
Se trata de un canto laboral, de la misma procedencia que las temporeras y pajaronas, y ligado, como su nombre indica, a las faenas propias de la siega y la trilla; su zona de difusión se extiende desde Huelva a Jaén.
Se canta sin acompañamiento musical, es decir a palo seco, el compás lo ponía el repicar de las campanillas de los arreos de la mula.

NANAS

La nana flamenca se trata de una canción andaluza de cuna, del mismo presunto origen folklórico que las llamadas trilleras, vagamente influida por ciertos matices ornamentales del flamenco.
Lo más seguro es que surgieran espontáneamente, al calor de la música popular con que estaban más familiarizadas las madres andaluzas.
La nana moruna es una modalidad del cante flamenco, totalmente en desuso en la actualidad.
Según algunos vagos testimonios, es posible que fuese una forma tributaria de los primitivos romances o corridas, recreados dentro de los moldes expresivos de las tonás.
Literariamente, consistían en romances tradicionales castellanos, más o menos corrompidos por la tradición oral.
El origen de su nombre no está lo suficientemente aclarado, aunque puede ser una consecuencia, como ocurre con las nanas flamencas, de la costumbre de acunar a los niños, cantándoles ciertos romances históricos moriscos.



BOLEROS

Los boleros flamencos son producto de la asimilación flamenca del foklore hispanoamericano. Pertenece al grupo del llamado “cante aflamencado”.  El baile más popularizado en el siglo XIX fue el bolero. Decir, por ejemplo, que un cante era "bolero" debía equivaler a decir que era "bailable".
Bolero español fue desarrollado en el siglo  XVIII. Las composiciones de boleros antiguos conocidos son, sin duda, sonatas boleros escritos por Domenico Scarlatti en la década de 1750 y las seguidillas boleras escritos por Fernando Sor en el siglo XIX . 
El bolero español, en su forma original, fue acompañado por un animado baile y tocó con la guitarra y las castañuelas. 
Bolero se deriva de "seguidilla", que tenía un metro triple (3/4), un coro "ad libitum", el esquema de la rima se basó en la asonancia y la forma métrica versos alternados de líneas siete y cinco sílabas.
En la propagación bolero siglo XIX para Cuba, pero Cuba Bolero no se parece muy poco a la música de boleros originales de España. 
En el bolero siglo 20 convertido en España en diferentes estilos con un formato más estandarizado 'canción'. Moruno Bolero fue influenciado por la música árabe y jugó con un formato binario. Bolero zambra se canta en un estilo similar a la Copla . Flamenco Bolero mezcla de bolero con flamenco 'palos' (subgéneros). En varias regiones españolas bolero todavía se juega en un estilo similar a la temprana danza folklórica: mallorquín bolero y el bolero de l'Alcúdia son las variantes más populares. 
En 1939 Antonio Machín se trasladó a España, y de otros artistas del bolero latino se hizo muy popular en España también, así que desde la segunda mitad del siglo XX se convirtió en el sonido del bolero más unificado y "globalizado" a través de España y América Latina, aunque todavía persisten algunas variaciones regionales.


ZAMBRA

Bajo el nombre de zambra se conoce en la música andaluza dos géneros distintos, el primero perteneciente al ritual de los gitanos de Granada, el segundo, a un estilo teatral creado por Manolo Caracol para sus espectáculos, con el que pretendía recrear el ambiente moruno de las cuevas del Sacromonte, explotando así el ambiente exótico que tanto gusto al público español de los años cincuenta. 
La versión granadina forma parte de la música ritual de los gitanos del Sacromonte e integra tres bailes principales: la alborea, la cachuca y la mosca, cada uno de los cuales simboliza un momento de la boda gitana.
El nombre deriva de la palabras árabes zamra (flauta) o zamara (músicos). Suele aparecer citada en la literatura del XVII y XVIII junto a géneros como zapateado, zarabanda y fandango y como género propio de los moriscos de Granada. Muchos de estos, durante las persecuciones del XVII, se unen a las bandas de gitanos que heredan la tradición de la zambra y la recrean en un espectáculo propiamente gitano.
La zambra caracolera, muy popular en los espectáculos de los años 50 y 60 del siglo XX, está inspirada en un tipo de música en el que resalta el exotismo tan demandado en la época, evocando el ambiente gitano de las cuevas del Sacromonte.
Este estilo se canta y acompaña generalmente sobre el modo armónico andaluz y en el compás binario de los tangos.

A practicar con paciencia y constancia


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