La Navidad,tuvo un comienzo lento en el escenario
mundial. No fue hasta el siglo IV cuando los obispos romanos registraron
por primera vez el 25 de diciembre como el nacimiento de Cristo. La
Navidad tomó el lugar de miles de antiguas celebraciones paganas del solsticio
de invierno, los humanos le añadimos un significado religioso a estos símbolos
festivos y continuaron la alegría bajo el nombre de Navidad.
Los inicios
de estas fiestas datan en el siglo II de nuestra era, San Telesforo
establece la fiesta de la Navidad fue movible hasta que en el siglo IV, durante
el pontificado de Julio I, la noche del 24 de diciembre pasó a ser la Nochebuena
y el día 25 la Navidad propiamente dicha. Casi simultáneamente surgieron las
primeras melodías compuestas en alabanza al Niño-Dios. Sus estrofas fueron de
una ingenuidad encantadora, exquisita, pero con la vitalidad cálida de una
devoción sincera. Uno de los ejemplos más lejanos son las canciones de San
Efrén. En una de ellas el santo poeta invita por primera vez a la vigilia
nocturna «porque aquella noche en que los ángeles bajaron a la tierra no puede
compararse con ninguna otra del año».
En 1223, por inspiración de San Francisco de Asís, se decidió conmemorar el nacimiento de Jesús lo más parecido posible
al de Belén. Para ello se escogió la ciudad de Greccio, en la región del Lazio,
y sobre una extensa loma se decidió montar un pesebre con animales y heno, así
como pobladores, pastores, etc., reproduciendo de esta manera la llegada de
Jesús a la tierra. Es decir, se hizo la primera representación popular del
humilde escenario del nacimiento de Cristo, conocido más tarde como belén,
portal o pesebre. Aún no se cantarían en él canciones, ya que hasta el siglo
XV, en particular durante el Renacimiento y hasta el XVII, no aparecieron los villancicos, forma musical y poética en castellano y
portugués. Posteriormente comenzaron a cantarse en las iglesias y a asociarse
específicamente con la Navidad, con notables compositores como Juan del Enzina,
Pedro de Escobar Gutiérrez de Padilla, etc. La Navidad en España está llena
de tradiciones, casi todas muy arraigadas, que se van transmitiendo de
generación en generación. Nosotros, como muchas otras familias, las promovemos
y modernizamos a nuestra manera, porque la Navidad en España es una de las
más típicas de Europa. El villancico más antiguo que se conoce es
“Iesus Refulsit Omnium”, (Jesús, luz de todas las naciones). Data del siglo IV
y su letra se le atribuye a san Hilario de Poitiers.
Los villancicos fueron en su origen "cantarsillos de
villa y de villanos". La palabra villancico deriva de villano -en
latín, villanus- término con el que originariamente se designaba a los
labriegos. Es una composición característica de la lírica popular que
comprendía un estribillo y varias estrofas para voz solista, acompañado por lo
general de uno o dos instrumentos. Hay quién, por el contrario, encuentra su
origen en la moaxaja, forma poética inventada por Muqaddam Ibn Muaffa, también
conocido como El Ciego de Cabra. De cualquier manera, es difícil precisar
la fecha y origen de estos cantos debido a las lagunas existentes en la
historiografía y musicología al respecto.
A lo largo de la historia, estos cantes ha
sufrido muchas transformaciones, hasta que en el siglo XIX su nombre quedó exclusivamente para
denominar a los cantos que aluden a la Navidad. El villancico no sólo
se consolidó como género, sino que se convirtió en el arquetipo de la
‘canción de Navidad’. Su temática se concentra en el niño
Jesús, la Virgen María, San José, los Reyes Magos, los
pastores y la Estrella de Belén.
El más conocido sin duda es “Noche de paz”. Su título original es “Stille nacht,
heilige yach” y fue escrito accidentalmente por el sacerdote austriaco Joseph
Mohr quien al ver que se había malogrado el órgano de su parroquia, la capilla
de San Nicolás, decidió escribir un canto que pudiera interpretarse con
guitarra en la misa de gallo. Fue así como la Navidad de 1818 se cantó por
primera vez “Noche de Paz”, actualmente traducido a 330 idiomas.
Otros de los villancicos más populares: En Italia el villancico más conocido es “Tu scendi
dalle stelle” (Tu bajas de las estrellas), escrito por San Alfonso María de
Ligorio. Mientras que en Francia está “Il est ne le divin enfat”, “Ha nacido el
divino niño”, traducido al inglés en varias versiones. En Latinoamérica cada país tiene sus propios
villancicos y diversas maneras de interpretar los cantos de navidad
universales. “Vamos Pastorcitos” en Argentina; “Mi burrito sabanero” en
Venezuela; “Llegaron ya” -un canto a los Reyes Magos- en Perú y “Dime niño de
quién eres” en Panamá. En Colombia, por su parte está “Tutaina
tuturumaina” y en Honduras, “Caminando por Tegucigalpa”. Y así podríamos
ir recorriendo uno por uno todos los países del mundo. En España los más conocidos son “Campanas de Belén” y
“Los Peces en el Río”.
Pero el villancico ha sido también objeto de
creación por parte de numerosos de los poetas llamados de “primera fila” y
también por otros más actuales: Amado Nervo, Lorca, Gloria Fuertes, Luis
Rosales, Lope de Vega, San Juan de la Cruz, Sor Juana Inés de la Cruz, Gerardo
Diego, Fray Luis de León… o Juan Ramón Jiménez, entre otros muchos.
Además de los villancicos más tradicionales, por todos
conocidos, hay villancicos regionales que son más populares en su lugar de
origen. Por ejemplo: - Galicia. cantan Bo Nadal y Alá
Polá Noite entre otros. - Euskadi. Gabonak
Gabon y Autxo Porito. - Navarra. tampoco podemos
olvidar el famoso Ay del chiquirritín.
- Cataluña se entona la Santa
Nit y el Rabadá. - Canarias. Una sobre el mismo mar.
- Madrid es originaria la
famosa Marimorena.
- Valencia se canta un
villancico muy conocido por mayores y pequeños llamado Los Pastorets i
Pastoretes.
- Castilla
y León. También podemos destacar algunos tan entrañables como
en A Belén tocan a fuego.
- Extremadura, los Pastores, el
villancico extremeño por excelencia.
- Aragón. Ya vienen los
Reyes.
- Castilla
La Mancha. Hacia Belén va una Burra.
- Murcia. Dime niño de quien eres. - Andalucía cantan algunos tan divertidos como Corre, corre al portalico y ¡Alepun!. Y los Campanilleros, Cantaba José, La Virgen Gitana,,,,,
Hoy la poesía popular española, en casi todas las regiones,
se expresa en coplas de dos, tres, cuatro y cinco o, raramente, seis y más
versos, como antes estuvo representada por los llamados villancicos. Es éste,
pues, obra de folcloristas árabes de tendencia aristocrática, pero aficionados
a las cosas populares, según una corriente del pueblo que ha constituido y
sigue constituyendo una de las constantes de la poesía española.
Cada año, los Coros se organizan para entonar los
mejores Villancicos y seguir la tradición. Los compositores deben
hacer arreglos especiales de cada música, porque esta debe acoplarse a las
distintas voces que forman parte de un coro. La magia de los coros es
que cada voz debe escucharse y componer una parte de la melodía para el
ensamble total. Los Coros de Campanilleros siguen haciendo los villancicos tradicionales populares, con sus guitarras, bandurrias, laudes, panderetas, cántaros, almirez, arrabel, castañuelas, botella de anis, y muchas mas instrumentos. https://www.youtube.com/watch?v=mbeDSh0DvXsCoro de las Nieves de los Palacios.
Antes de continuar, creo conveniente hacer un pequeño
inciso para señalar que, a pesar de que mucha gente etiqueta la música de los
grupos de Campanilleros como "un cante flamenco", que veremos más adelante, esto no es así. Es
cierto que se recurre a rasgos característicos del flamenco, pero carece de una
estructura formal que la identifique como tal. Ha podido ser catalogada como
flamenco posiblemente debido a la costumbre que tienen los gitanos y payos andaluces de
cantar su propia versión durante las fiestas de Navidad, que aflamencan, posiblemente en el Siglo XIX,
aunque no se sabe con certeza ni cuándo ni dónde. Estos villancicos suelen
cantarse en corrales y patios vecinales y sus letras pertenecen de manera general a la tradición. Así
mismo se suelen cantar villancicos y otros temas navideños al son de distintos
cantes, especialmente en andalucía por tangos y bulerías, aunque también se han interpretado por
alegrías, tientos, malagueñas, fandangos... La Tonalidad admite las tres tonalidades posibles del flamenco: modos Mayor y menor, y el modo Flamenco.
Por tanto, tendríamos dos tipos de villancicos
flamencos, los que se cantan a Coro y los que se cantan de manera individual
por diferentes palos.
Aunque en toda Andalucía se ha cantado Flamenco en Navidad,
el peso histórico lo sustentan Sevilla, Cádiz y Jerez.
De hecho, en algunos lugares se acerca bastante más al folklore que al propio
Flamenco.
Llegado el momento, tras el declive de la antigua forma de
interpretar el villancico, el cante flamenco no quiso quedarse fuera de las
manifestaciones lírico-religiosas y asimiló todo el caudal literario peninsular
que desde la lejana Edad Media cantaba a la Navidad, y sirviéndose de algunos
de sus «palos» más rítmicos -en especial de las bulerías y los tangos- logró
llevar nuevos sones al Niño recién nacido.
Hay un Villancico flamenco con estilo propio las primeras grabaciones -de “El Niño
Gloria”-, el cante que interpreta -bulerías- y el lugar donde nace
-Jerez de la Frontera-, se podría tomar como punto de referencia el barrio de
Santiago, en Jerez, alrededor de los últimos años del siglo XIX.
Siendo ésta una hipótesis, si sabemos con certeza que
fue Rafael Ramos Antúnez “El Niño Gloria” el primero que graba,
en auténtica creación personal, villancicos flamencos. Tan es así, que del
estribillo de uno de ellos tomaría el nombre artístico con el que sería
conocido a lo largo de su vida cantaora: “El Niño Gloria” o “El Gloria”: como ejemplo primera estrofa.
Los caminos se hicieron,
con agua, viento y frío,
caminaba un anciano,
muy triste y afligido,
¡gloria!, a su bendita madre Victoria,
¡gloria al recién “nacío”, gloria!
Tal acogida tuvo el villancico de “El Gloria” que
siguieron su estilo la mayoría de los cantaores de su época: su
hermana “La Pompi”, La Niña de los Peines, Pepe Pinto, Manuel
Vallejo o Canalejas de Puerto Real, aunque cada cual aportara su matiz
personal en cante que tanto se presta a ello, fueron algunos de los primeros
continuadores de su escuela. Al hilo de lo anterior, cabe destacar el
espectáculo de “La Argentinita”, “Las Calles de Cádiz” (1.935), en cuyo
elenco figuraba “El Gloria”, donde se mostraba una estampa sobre la Navidad y
se cantaban villancicos. Otros artistas que grabaron e
interpretaron este cante fueron Manolo Vargas, Pericón de Cádiz,
La Perla de Cádiz, La Paquera de Jerez, Manuel Mairena, Manuel Soto
“Sordera”, Romerito de Jerez, María Vargas y Fosforito, así
como otros que han seguido la línea y el estilo de su creador,
aunque introduciendo otras letras de carácter popular.
El origen de la figura de los «Campanilleros», hombres que iban tocando una campana llamando a la gente a acudir a la misa del Alba para el rezo del Rosario de la Aurora, viene de muy antiguo. «a finales del siglo XVII y sobre todo en el XVIII, unas cuadrillas comenzaron a rondar las calles de los pueblos de Andalucía y Extremadura los sábados de octubre cantando canciones religiosas. Lo hacían, al parecer, bajo el impulso de unos frailes capuchinos, anunciando y rezando el rosario, que desgranaban a primera hora del día. La costumbre se consolidará en lo que conocemos como Rosario de la Aurora. Estos auroros se acompañaban de instrumentos simples-triángulo, guitarra primitiva, cascabeles, zambombas, entre los que se hallaban los collares de campanillas con que se adornaba a las caballerías. De aquí nació el nombre de los integrantes de estas trovas, y más adelante, el del género aflamencado.» La versión flamenca de este tipo de cante fue grabada en 1929 por el cantaor seguiriyero Manuel Torre y el guitarrista Miguel Borrull hijo. De este modo vuelve a ocurrir que se versiona una canción del folclore popular al flamenco y crea uno de los palos flamencos más reconocidos y populares: los Campanilleros. Esta versión, por sus cadencias melódicas, puede hacer que nos recuerde un poco a la farruca. Sin embargo, la versión más conocida de los campanilleros es de la Niña de la Puebla, publicándola tres años después, la hizo más asequible al gran público y gozó de un notable éxito.
“Dejemos claro, que no se trata de una
canción concreta, sino de una modalidad, la cual tiene distintas versiones con
distintas letras, si bien guardando relación con el tono religioso original;
suelen variar los seis versos asonantes primitivos. Estas tonadas llamaron la
atención de quienes cantaban flamenco, comenzando a incorporarlas en su
repertorio.”
La composición y estructura métrica es
compleja. Bajo una arquitectura de siete versos de rima
asonante, alterna la métrica decasílaba y endecasílaba, siendo el quinto verso
un verso asimétrico al estar compuesto de cinco sílabas, asemejándolo en su
composición, salvando las distancias, a las del cante por siguiriyas. Esto
último ha llevado a muchos artistas a decir en no pocas ocasiones que van
a hacer el villancico por este palo del cante, dejando de lado los tintes
afarrucados que también posee. Tiene un compás 3/4 y se acompaña con la
guitarra en modo menor. A modo de ejemplo,
vamos a quedarnos con la estrofa más conocida del que grabara Manuel Torre:
“A la puerta de un rico avariento,
llegó Jesucristo y limosna pidió
en lugar de darle la limosna
los perros que había se los achuchó,
y Dios permitió,
que los perros murieran de rabia
y el rico avariento pobre se quedó”.
Las Zambombas En España no hace tantos años, grandes y pequeños armados
de zambombas, panderetas y otros útiles de percusión, visitaban a la vecindad,
pidiendo de paso un pequeño aguinaldo para los niños, o
un polvorón, mantecado o copa de anís para los adultos.
Parece ser que en algunos lugares, como Jerez de la
Frontera, y Arcos se organizaban Zambombas desde el
siglo XVIII., donde amigos y vecinos, se reunían alrededor de una
hoguera en los patios y corrales de vecinos la víspera de Nochebuena para
cantar y bailar villancicos. Participaban de un modo espontáneo y durante un
largo periodo de tiempo, disfrutando al mismo tiempo de la comida y bebida
propia de las fechas. Actualmente, dada la escasez de patios de vecinos, se
siguen celebrando en Peñas, Asociaciones y otros lugares similares. El
instrumento fundamental era la zambomba, de ahí el nombre de la fiesta. "Las Zambombas eran el
marco idóneo para ver y oír cantar y bailar a aficionados que el resto del año
difícilmente se podían ver, ya que no son profesionales
Las zambombas son un sentimiento, una
tradición y una forma de vivir la Navidad en Andalucía.
En la zambomba flamenca los villancicos cobran vida
en sus adaptaciones a los palos del flamenco: bulerías, tangos, rumbas... La
puesta en escena, el arte y la pasión de las familias andaluzas, que comparten
el sentimiento común de la fiesta navideña, es fiel reflejo de una tradición
ancestral que se renueva cada año. El anhelo de juntarse alrededor
del fuego ha perdurado, los flamencos siguen tocando la zambomba y los teatros
y las peñas abren sus puertas para acoger esta fiesta que nació en la calle. Por eso, cada Navidad, se
programa espectáculos flamencos que se llaman “Zambomba flamenca” donde priva
la espontaneidad de los artistas que simulan una fiesta entre amigos. En el que
las canciones giran entorno al pesebre y los pastorcillos. El buey, la mula y
los reyes de Oriente.
Los villancicos flamencos no se caracterizan por elementos
melódicos o rítmicos determinados, y el proceso de aflamencamiento se basa en ‘meter’
la letra de cualquier villancico popular dentro del estilo flamenco adecuado,
ya sea por tangos, tanguillos o bulerías, predominando el
ternario valseado propio de los villancicos tradicionales pero en versión
agitada y alegre.
En la actualidad este estilo, que puede empezar a
disfrutarse desde finales de noviembre, ha salido de la región llenando teatros
en toda España colgando el cartel de ‘sold out’.
En la Navidad gaditana los villancicos son flamencos y
estos son algunos de nuestros favoritos: Los
Campanilleros, Los caminos se hicieron, Calle de San Francisco, Estando un
marinerito ramiré, Camina la Virgen Pura, Sirva su cuna, La Virgen lavaba,
Tiene que tiene, Los quintos mare, Y suenan, Cantaba José, entre muchos otros, al compás por bulerías, tangos o rumba, con guitarras,
zambombas, cajas, pandereta y la botellas de anís y mas instrumentos..., suenan las palmas para anunciar la llegada
de la Navidad con alegría.
Desde el 2015 se aprobó
la declaración de la zambomba de Jerez como Bien de Interés Cultural, que reconoce
el valor turístico y cultural de la zambomba como una de las expresiones
culturales navideñas de mayor interés etnológico de la comunidad autónoma.
Aquí tienes unos Villancicos para estudiar, y ya que estamos en fechas,
Felices Fiestas y que sean mejores que el año " pasao ".
Este blog es divulgativo y no lucrativo, como aficionado del flamenco quiero dar a conocer este arte que tanto apasiona, si en algún momento algún autor ve transgredidos sus legítimos derechos intelectuales hágalo saber y se eliminarán los contenidos en cuestión. MUCHAS GRACIAS.
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