GRUPO I: cantes flamencos primitivos y básicos y sus derivados. ROMANCES o corridos. TONA. martinetes, carceleras, deblas, saetas


ROMANCE 

Es el estilo más antiguo que se conoce, más comúnmente llamado corrida. Cuando el pueblo gitano llegó a Andalucía allá por el s. XV, entraron en Jaén el 22 de Noviembre de 1462, los romances castellanos y fronterizos formaban parte del folklore popular. El pueblo gitano absorbe dicho folklore y lo interpreta a su modo.          
Miguel de Cervantes en La Gitanilla narra como la gitana Preciosa canta un romance repicando sonajas al tono correntío. Esta parece ser la primera referencia que se tiene de la interpretación de los romances de una forma distinta a como se hacia tradicionalmente.
Por los temas que tratan los romances, estos se pueden agrupar en: moriscos, fronterizos, carolingios, pérdida de Valencia, Cid, Gerineldo, Conde Sol, Bernardo del Carpio, pérdida de Granada y otros. Hoy en día es un estilo olvidado pero sin embargo existe discografía en la cual podemos recrearnos en estos cantes añejos.
Tío José el Negro del Puerto, de Santa María (Cádiz) interpreta el Romance del Gerineldo José de los Reyes Santo, el negro , apodo originado por la acentuada morenez de su tez, nació en el Puerto de Santa María (Cádiz), en el año de 1913.


TONÁ

Toná proviene del término español tonada, que es decir cantable o fragmento melódico. Parece que muchas de estas tonadas, tonás en andaluz, provienen de antiguos romances; son partes desgajadas de los mismos, que se conservan en la memoria del pueblo. Por esto no existe un modelo específico de toná, más bien una larga serie de tonadas distintas, muchas de las cuales se han olvidado con el paso del tiempo. Tradicionalmente se venían nombrando a cada una de estas tonás, bien con el nombre de quien la divulgó, bien con una palabra central en el sentido del verso. Así se habla de la Toná del Cerrojo, la Toná de los Pajaritos o la Toná del Cristo: "Eres padre de almas / y ministro de Cristo / tronco de nuestra Santa Madre iglesia, Santa / y árbol del Paraíso". Con éste ejemplo queda clara, además, la fragmentación de obras completas, pues la estrofa ha de pertenecer a una serie que ya se ha perdido. 

El origen -preflamenco- de las tonás nos retrotraería en el tiempo a los años de la triste expulsión judía y árabe... Esto queda patente en los recurrentes temas religiosos, siempre haciendo hincapié en la oportuna "conversión" cristiana y rematando con juramentos ad hoc: "Y si no es verdad / que Dios me mande un castigo muy grande / si me lo quiere mandar". 
Hasta 1954, que se grabaron un par de ellas para la Antología de Hispavox, no existían muestras registradas de las mismas. La excepción era la Toná del Cristo, que se utilizaba a modo de coda en muchas saetas pero que los artistas no la identificaban como tal toná. Antonio Mairena hará un gran esfuerzo para sacar a la luz toda la gama que quedaba en la memoria de los mayores y darles un realce que no tenían.
Se conocen actualmente cuatro especies de tonás: el martinete, la carcelera, la debla y la toná propiamente dicha, subdividida a su vez, en dos: la grande y la chica, según la extensión de sus tercios; todas ellas se cantan sin acompañamiento musical alguno y representan la inicial cristalización del flamenco.
La estrofa de las tonás esta formada por coplas de cuatro versos octosílabos, de los cuales riman el 2º y el 4º y son rematados por un terceto. Sus versos hacen referencia al mundo oscuro y atormentado de los gitanos, perseguidos, encarcelados, sujetos a humillaciones sin cuento por la comunidad dominante. 

Antonio Mairena (Mairena del Alcor - Sevilla, 7 de septiembre de 1909 – Sevilla, 5 de septiembre de1983) fue un cantaor de flamenco. Entre otros premios recibió la III Llave de Oro del Cante, la Medalla al Mérito al Trabajo, Medalla de Oro de las Bellas Artes e Hijo Predilecto de Andalucía a título póstumo. Es una de las figuras más relevantes en la historia del flamenco.


MARTINETE

El martinete es uno de los más puros y antiguos  que se conocen, y debió tomar su definitiva forma en la segunda mitad del s. XVIII. Alrededor del martinete se han forjado una serie de hipótesis infundadas. Así de radical inicia el comentario de este palo Hipólito Rossy, en su "Teoría del cante jondo". No obstante está generalmente aceptado por los especialistas que el martinete pertenece al grupo matriz de las "tonás", del que se fue desgajando hasta adquirir personalidad propia. 
Es un palo que se encuadra dentro del grupo de los llamados "cantes a palo seco", es decir, que se realiza sin acompañamiento instrumental. Asimismo, una gran parte de los estudiosos han coincidido en señalar las fraguas como el lugar donde comenzaron a gestarse este tipo de cantes, en razón a que los fuelles gemelos que se utilizaban en las fraguas se denominaban martinetes. 
Según García Matos, existen dos especies de martinete: el "natural" (con antecedentes en los cantos de ronda extremeños) y el "redoblado". La copla del martinete es una cuarteta octosílaba y se canta sin repeticiones en el martinete "natural" y con repeticiones en el martinete "redoblado". Para cantar el martinete es necesario que el cantaor posea grandes facultades; es un cante duro y tiene mucha dificultad poder con todos sus tercios y expresar, al mismo tiempo, la fuerza dramática que cobija cada una de sus letras. Ha sido objeto de justa crítica el acompañamiento que muchas veces lleva el canto del martinete, consistente en tratar de reproducir, a la par del cante, el sonido de los golpes sobre el yunque, con objeto de crear la atmósfera artificiosa del cante en la fragua. Tal estampa puede ser representada en un teatro o al grabar un disco, pero difícilmente se ha podido dar en la vida real, porque el esfuerzo que requería el trabajo de fragua haría imposible simultanearlo con el impulso sobrehumano que requiere el canto del martinete.
El martinete era un cante casi olvidado y fue la iniciativa de D. Manuel de Falla al anunciar el Concurso de Cante Jondo de Granada, el año 1922, y poner juntos como palos a interpretar al martinete y la carcelera lo que hizo que se recordara al martinete. Después Manuel Centeno lo metió en la saeta (saeta por martinetes). José Blas Vega, en la presentación de la Magna Antología del Flamenco, agrupa al martinete en tres escuelas: -El Puerto de Santa María, estilo de características personales poco conocidas. -Jerez -Triana, donde tuvo lugar la mejor tradición y especialización de estos cantes, en las fraguas gitanas de los Pelaos, los Caganchos y los Puyas, cuyo heredero directo fue Pepe el Culata. 
 José Bermúdez Vega, cantaor payo, se le ha conocido siempre con el nombre artístico de Pepe el Culata, nació en Sevilla en el año de 1911, y murió en Madrid en el año 1978. De su barrio de Triana aprendió los más puros cantes, dándoles un prefecto y grandioso arte, no siendo reconocido en su verdadera formas de un gran cantaor como se lo ha merecido,  Su cante se alimenta de los Puya, sus antepasados, y las escuelas  de Manolo Caracol, Manuel Torre y la casa de los Pavones, 


CARCELERA

Las carceleras, lo indica su nombre, son tonás de ambiente carcelario, a través de las cuales transmiten sus penas quienes sufrieron prisión. Como carceleras se rotulan muchas veces los martinetes corridos, que bien pudieron tener su origen en el penal de El Puerto de Santa María; la única diferencia con un martinete es la temática de sus coplas. Pero existe otro tipo de carceleras, cuya melodía apenas se interpreta sino como soporte musical de un tipo de saetas.
Cante primitivo con copla de cuatro versos octosílabos entroncado en el grupo de las tonás. Tiene un gran parecido con el martinete hasta tanto en que sólo se diferencia de éste por las letras, que en el caso de la carcelera siempre hacen alusión a las prisiones, los trabajos forzados, a los condenados... Por otra parte, el tema de la cárcel no es privativo de la carcelera, sino común a las tonás en general. Lo más probable es que en algún tiempo se llamase carcelera a las tonás, por abundar las coplas alusivas a la carcel, pero sin implicar la existencia de una forma especial.
Es un cante "a palo seco", es decir, sin acompañamiento de guitarra, no se baila y carece de compás. Es un cante desgarrador. 
El Chocolate, es el nombre artístico del cantaor de flamenco español Antonio de La Santísima Trinidad Núñez Montoya, conocido también como Antonio Núñez "Chocolate", nacido el 4 de mayo de 1930 en Jerez de la Frontera y fallecido el 20 de julio de 2005 en Sevilla. Ha recibido un Grammy Latino, el Premio Ondas, el Giraldillo del Cante, el Premio Pastora Pavón y la Medalla de Andalucía.


DEBLA

La debla es un cante popular andaluz, ya en desuso, de carácter melancólico formado por coplas de cuatro versos. La debla es otro de los géneros flamencos pertenecientes al grupo de los llamados cantes a palo seco, es decir sin acompañamiento de guitarra. Entre las variadas teorías que sobre el origen de la debla se han planteado, algunos autores exponen que la versión que hoy conocemos no es mas que una recreación de la que pudo ser la debla original, Blas Vega opina que la Debla era la tona del mítico cantaor de finales del siglo XVIII, Blas Barea, basando su criterio en la relación etimológica del nombre que recibe este cante: debla – de Bla – de Blas. 
Tambien apoya esta teoría el echo de que el macho (copla breve con la que se cierra algunos cantes flamencos) en su ultimo verso lleva la palabra debla, barea o deblica barea Por otra parte Antonio Machado, Demófilo y anteriormente, el viajero ingles George Borrow, apuntaron la idea de que debla es sinónimo de diosa y que los gitanos quisieron otorgarle a este genero el titulo supremo de los estilos flamencos.
En opinión de Margarita Torrione, debla procede del sánscrito deva que significa deidad, y en Romaní, (lengua de los gitanos) viene a significar “ay Dios”, como tipo de exclamación lastimera, concluyendo que debla podía significar entonces “ay Dios grande” o bien “ay lastima grande”.
Otras teorías sobre el origen del genero señalan que debla significa “mírala” y se declama al final del cante como indicando “ahí la tienes”. Ahora bien, la debla que hay conocemos se trata en realidad de una toná popularizada hacia 1940 por Tomas Pavón y que después interpreto Antonio Mairena, sin conocerse la relación que guardaba estas versiones con la debla original. 
Algunos consideran que la debla de Tomas Pavón es martinete de triana al que le añadió los “ayees” tan característicos de la debla. Blas Vega a su vez apunta otra versión de la debla conocida en Triana, a finales del siglo XIX, e interpretada en el XX por los Caganchos, Pepe de la Matrona y Caracol el Viejo. En cuanto a la versión de Tomas Pavón puede decirse que sus tercios (versos melódicos) son ligados y su carácter muy trisé, precedido de un tono de salida breve sobre la nota fundamental. La copla es de cuatro versos octosílabos y se suele repetir a lo largo del cante.           Tomás Pavón Cruz (Sevilla, 16 de febrero de 1893 - 2 de julio de 1952) fue un cantaor de flamenco español, conocido artísticamente como Tomás Pavón. Hermano menor de Arturo Pavón y de Pastora Pavón, perteneció a una de las grandes familias del cante. Estilísticamente destaca, en una obra en que todo fue sobresaliente, su excepcional profundización en los géneros de Triana, que desarrolló admirablemente. Uno de ellos la debla, que se hallaba prácticamente olvidada. Tomás Pavón dejó una discografía no muy extensa, pero de gran calidad.


SAETA

La saeta, oración hecha cante, es una modalidad de cante flamenco de motivo religioso. Sus orígenes y vinculación a la semana santa no están suficientemente definidos. Lo probable es que sus formas iniciales fuesen adaptaciones de antiguas salmodias litúrgicas católicas dentro del mundo expresivo de las tonás; en este caso, su más inmediato antecedente histórico sería el "pregón".
Medina Azahar afirma que la saeta fue creada por los judíos conversos para convencer a la iglesia de su conversión al cristianismo y que la cantaban aunando en ella la máxima devoción y su más terrible desesperación. 
También se dice que tuvo su origen en los almuédanos andaluces, cuyo oficio consiste en convocar a la oración a los fieles mahometanos desde el minarete. Posteriormente quedó olvidado este canto hasta que en Sevilla, en ocasión en que llevaban a la dehesa de Tablada a los condenados en un auto de fe, la madre de uno de ellos, transida de dolor, cantó la canción de los almuédanos, y tal sentimiento, tal pena puso en ello, que impresionado vivamente el pueblo, hizo que en ocasiones análogas se siguiera repitiendo.
El nacimiento de la saeta popular, no flamenca, se remonta aproximadamente a 1840. Tenía una entonación grave, pausada y monótona, más parecida a una plegaria cantada. Esta saeta primitiva fue recogida por interpretes locales creando diferentes estilos tales como: saeta antigua de Córdoba, la samaritana de Castro del Rio; las cuarteleras de Puente Genil; las de Marchena llamadas sextas, de pie quebrado o retorneas; en Mairena las revoleas, etc.
Actualmente se conocen dos clases de saetas, relacionadas respectivamente con la toná: martinete, carcelera; y con la seguiriya.
Roque Montolla Heredia, Jarrito, cantaor gitano, nació en San Roque (Cádiz), en el año 1925, y murió en Marbella (Málaga),  en 1995,  fue muy conocido por sus actuaciones en tablaos y en compañías de baile.
 
A practicar con paciencia y constancia

1 comentario:

  1. Hola, me interesa mucho tu articulo, es super interesante. En que fuentes te has basado? Gracias

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